Páginas

Datos personales

Mi foto
Historias mías, inventadas, probablemente ya escritas con el afán de que le gente pueda contemplar cada palabra.

jueves, 9 de marzo de 2023

La comparación y yo nunca hemos sido amigas

Resulta tan complicado no compararse, cuando desde pequeños te han comparado todo el tiempo, y no culpo al pasado, es sólo que ahora me es tan difícil no hacerlo. 

Recuerdo aquellos día de infancia cuando me ponían a competir (vaya competir no está mal) pero sí cuando tu valor como persona se ve en juego, y es curioso porque quedaba en segundo o último lugar, todas esas veces que pasaba sentía que iba perdiendo valor. 

Quizá eso se quedó en mi inconsiente, o quizá fueron todas esas veces en las que me decían que mi hermano era más listo, más inteligente, más noble, etc. Incluso en esas ocasiones sentía que yo nunca podría llegar a ser tan buena como él por más que lo intentara.

Fue entonces cuando me quedé con la siguiente idea: tú perteneces a la segunda opción, siempre quedas en segundo. 

Es algo que he estado sanando, y no es fácil pero al menos ahora soy consciente de todo esto, es por eso que quiero compartir algo, una pequeña historia.

No sé si fue amor porque fue tan solo un instante, me alegra no estar ahí pero debo admitir que puso en tela de juicio todo aquello que creí que era: 

El día 23 de Marzo conocí a alguien, alguien increible, recuerdo que en cuanto nos vimos el tocó mi hombro para que volteara y ahí estaba, me abrazó, olía muy rico y se sintió como abrazar a alguien que me parecía tan familiar. No lo voy a negar, quedé flechada en ese primer momento, en ese breve acercamiento. Hablamos, reímos e incluso lloramos al sincerarnos, la noche pasó... y por primera vez en mi vida me dije: "por primera vez siento que alguien que me gusta mucho me está eligiendo, quiero quedarme con él por un largo tiempo, sí es él" 

SPOILER ALERT: No era él.

Recuerdo perfecto que el tener intimidad con él era totalmente distinto que con todos los demás, se sentía como si dos almas se hubieran conectado para sanar, hablabamos, me mandaba mensajes como "buenos días bonita", cada noche me escribía y llamaba. Hasta que conoció a alguien, ese mismo fin dejo de escribir... La ansiedad y el miedo llenaban mi pecho, sabía lo que esto significaba, algo había cambiado. Días después se comunicó, hablamos y le pregunté que si la persona le había hecho sentir algo. No sé si para ese entonces me mintió o simplemente no estaba seguro de nada, tan solo dijo: "NO, es tan solo una amiga". 

Esa misma semana quedamos de vernos, fui a visitarlo, nos sentamos a platicar y no dejaba de mencionar lo bien que la había pasado con ella. Ey!, no me mal entiendan, estaba feliz por él pero no dejaba de sentir este malestar en el pecho. Era curioso pero él ahora no dejaba de poner la música que ella le había enseñado, ya no me volteaba a ver cuando le contaba mis cosas (ahora miraba su celular), los abrazos ya no se sentían igual ni los besos... ahora había un enorme espacio en la palabra "N  O  S  O  T  R  O  S". 

Pasarón los días y cada vez los mensajes eran más fríos, los fines de semana (por lo general los usaba para salir con ella) simplemente dejaba de responder y no se comunicaba. 

Dentro de mí comenzaron las comparanciones, mi mente no dejaba de atormentarme de una manera impresionante,  tan solo podía escuchar cosas como: ¿Y qué esperabas, ella es mucho más atractiva?, ¿De verdad crees que si ella tiene ese cuerpazo te va a elegir a ti?, ¿Es que acaso no eres suficiente?, ¿Es que no lo viste venir? tú siempre quedas en segundo lugar, etc. 

Recuerdo perfecto una escena, yo pasé la noche con él y al despertar vi perfectamente como le mandaba un mensaje: "buenos días, bonita". Aquellos buenos días que a mí me daba antes y que ahora no tenía tiempo de hacerlo. No, no era tiempo, eran ganas. Que difícil parece aceptar cuando alguien simplemente ya no te quiere. 

Ese día yo pensé que no tenía ni siquiera el derecho de reclamarle por ese mensaje, es lo malo de ser "casi algo" de alguien. 

De nuevo tuvimos una charla en la cual le pregunté si le gustaba ella,  ¿la respuesta?, "estoy confundido". 


Me fui a casa con un nudo en el pecho, confundida... y solo podía pensar que yo ya estaba cansada de tener que competir con alguien para que me eligiera, en ese momento tan solo pensé: 

"Si dudas entre mí y otra persona, por favor, NO me elijas a mí". 

Pasaron 3 días y yo le dije que teníamos que hablar, me dijo lo mismo, no hay mucho que decir de ese día, tan solo hablamos y me dijo que sí quería quedarse con ella. Claro que sentí feo, claro que me dolió como no tienen idea, solo podía pensar ¿otra vez no soy yo?, ¿de nuevo no me eligieron?, ¿que no soy suficiente?

Lo miré y le dije que le deseaba lo mejor, que esperaba que encontrara aquello que no pudo encontrar conmigo, que estaba agradecida de los días en los que pude crecer con él y con un breve pero sincero "te quiero" me despedí.  

Y ahora el abrazo no era como el primero, no había sido como cuando creí que había encontrado mi hogar, ahora era un abrazo de un sitio al que jamás quería regresar. 

Me miró y me dijo: este no es el último abrazo que nos daremos, por dentro yo sólo pude pensar: sí es el último... 

No lo quiero culpar a él, no es culpable de las decisiones que tomó, y sinceramente ahora agradezco no ser yo. 

Tampoco quiero culparme a mí por sentir tan rápido, por emocionarme, por imaginarme una vida junto a él. Aun me parece tan difícil dejar de compararme y dejar el miedo de lado cuando me emociono con alguien. 

Escribir esto me ha ayudado a canalizar mis sentimientos, a tener una claridad en mi vida, ya no quiero ser segunda opción para nadie y mucho menos para mí. No quiero compararme con otra y pensar que no soy lo suficiente, es tan doloroso y horrible estar en esa situación. 

martes, 21 de febrero de 2023

Nadie me enseño amar

Con el paso de los años aprendes muchas cosas valiosas, una de ellas y la más hermosa es: verte en los ojos de alguien que amas...

Siempre he pensado que enumerar el amor es estúpido: "es mi primer amor, ella será la ultima, es mi segunda novia". Para mí cada amor es único y no le doy una cifra, todos serán: el primer beso, la primera decepción, el primero que me enseño la vida de otra forma; es un nuevo comienzo, una nueva historia, una nueva persona... y por ello no necesita tener un numero. Sin embargo si hay amores que cambian tu vida que se vuelven especiales, se convierten en una parte de ti. 

Creo que la mayoría de los errores humanos en las relaciones es la constante comparación con amores pasados o con otras relaciones (su novio de mi amiga le llevo serenata y a mí nunca me ha visitado o dado eso... tal vez no me quiere).

"¿Cómo se supone que debe ser?", soy de las que cree que no debe ser de alguna forma en especifica, solo se tiene que sentir, apreciar, escuchar, tocar,  dejar que fluya como agua, disfrutar del sentir porque quizá sea él o ella el que te hace muestra otra forma de amor, pero es que estas tan peleado con los demonios de tu pasado que temes volver a perder y por ello estás condenado a repetir.

El punto esta en no tener miedo a perder, en darte cuenta que las personas no te pertenecen y que cuando ese alguien decida irse, lo mejor que puedes hacer es contemplar como se va, sabiendo que tú también dejaste algo de ti en él o ella. 

Y cuando dejas de tener miedo comienzas a disfrutarlo porque te entregas, te muestras tal y como eres porque no temes perder porque estás viviendo todo con esa persona, dejas de ser una media naranja para ser la naranja completa <<el todo es la suma de sus partes>>. Y entonces sabes que no cualquiera puede convertirse en tu compañía, que tendrá que ser alguien especial.

El amor es lo mas bonito que me ha pasado en esta vida y no siempre es fácil pero si es un sentimiento divino.

Cuando amas a alguien quieres que sea libre contigo, quieres que aprenda de sus caídas, quieres que disfrute su vida, quieres que ame con la intensidad que tu lo amas porque sabes lo bonito que se siente, quieres que este bien, etc. Podría enumerar más cosas.